viernes, 16 de octubre de 2009

Distintas formas de ver... el mismo Universo

Los primeros modelos que intentaron describir el Universo se basaron en observaciones realizadas con instrumentos muy sencillos, nuestros propios ojos. A lo largo de la historia de la vida, la selección natural ha favorecido que nuestro sistema visual capte un margen muy estrecho de longitudes de onda, aquellas que conforman el espectro visible. Estas son las que, provenientes del Sol, logran atravesar la atmósfera e iluminar los objetos cuyos colores podemos observar cuando vemos un arco iris.
Pero el hecho de que veamos estos colores no quiere decir que no existan otras luces. Pongamos algunos ejemplos; hay serpientes que son capaces de ver en la oscuridad ya que captan el calor que emiten los cuerpos vivos; sería algo similar esas termografías que alguna vez hemos visto en las películas y que transforman el calor que desprenden los cuerpos, invisible a nuestros ojos, en colores apreciables por ellos. De igual modo existe una radiación llamada ultravioleta, que no vemos, pero que es responsable de que nuestro cuerpo se broncee cuando nos exponemos a ella o de que las células sufran daños en su material genético.
Pues del mismo modo, el Universo brilla con infinitas luces, cada una de ellas caracterizada por lo que llamamos longitud de onda, que a su vez se asocia a una energía característica. Así, hemos oído hablar de la radiación ultravioleta, del infrarrojo, de los rayos gamma o de las ondas de radio; si esas que utilizamos para transmitir información a través de la radio o la televisión.
Como decíamos al principio, el hombre ha mirado al cielo durante mucho tiempo con sus propios ojos o con aparatos que únicamente le permitían ver en la región visible del espectro electromagnético. Pero como hemos dicho, el Universo tiene otras luces y el hombre ha sido capaz de estudiarlo otros ojos. Y así hemos sido capaces ver el color ultravioleta del universo, el infrarrojo, el de los rayos X o rayos gamma o en el otro lado del espectro, oir la música del Universo captando las ondas de radio que emite.
Y para que veáis como son estas visiones diferentes del Universo os incluyo dos imágenes de la NASA del mismo objeto, la Gran Nebulosa de Andrómeda (M31), la galaxia espiral más cercana a la Vía Láctea y la única visible a simple vista desde nuestro hemisferio. La imagen de arriba muestra su aspecto cuando analizamos luz ultravioleta que emite. La de abajo, en el espectro visible. ¿Quién de vosotros diría que se trata del mismo objeto? Pues esto es un sencillo ejemplo de estas visiones. Hay muchas más.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Profesor, si el ser humano fuera capaz de vivir cientos de años y la tegnologia mas avanzada, ¿los humanos seriamos capaces de salir y explorar otras galaxias? me encanta este blog

Belen Aceituno Medina 1ºb

Anónimo dijo...

Pues yo Kreo Que Si Pero Antes Tendriamos Que Terminar De Explorar La Nuestra...

Anabel dijo...

Antes cuando no había ninguna tecnología, se miraba al cielo con nuestros propios ojos, como dice el blog.Pero ahora no sería posible con tantas luces que hay en los pueblos y en las ciudades.Mi pregunta es,¿sería ahora posible mirar en una ciudad con luces al cielo con ayuda de algún instrumento y divisar estrellas que no se ven a simple vista?¿ Y si es posible hacerlo, ¿ con qué instrumento se podrían ver?

A. Quesada dijo...

El problema de la contaminación lumínica es un grave problema y de difícil resolución, al menos en las grandes ciudades. De la misma manera que a simple vista vemos pocas estrellas, los instrumentos tampoco nos permitirían ir mucho más allá. De hecho, fíjate en que los observatorios astronómicos los colocan en lugares altos y muy alejados de las grandes ciudades. Es un tema con el que debemos tomar conciencia y procurar que nuestros cielos estén libres de cualquier forma de contaminación, incluida la lumnínica.

Anónimo dijo...

profesor y al universo le afecta la contaminacion de nuestro planeta?

Ivan Pelaez Aguilera 1ºD