viernes, 27 de febrero de 2009

Las fases de Venus

Este año conmemoramos el Año Internacional de la Astronomía en recuerdo de las primeras observaciones que Galileo hizo con un telescopio en las que pudo ver los cuatro satélites más grandes de Júpiter (los llamados satélites galileanos) y las fases de Venus. Estas observaciones le permitieron confirmar el modelo heliocéntrico de Cópérnico.
Me voy a referir en esta entrada a las fases de Venus. Galileo observó a través del telescopio como la superficie iluminada del segundo planeta del Sistema Solar cambiaba a lo largo de los días, de un modo parecido a cómo lo hace la Luna. Con respecto a nuestro satélite, todos sabemos a qué se deben las fases; pero ¿a qué se deben en el caso de Venus?
Para Galileo la respuesta era simple. Venus gira alrededor del Sol (no alrededor de la Tierra como postulaban los geocentristas) y, consecuentemente, cuando estaba al otro lado del Sol veía iluminada toda su superficie, cuando se encontraba en cuadratura (formando un ángulo de 90º con el Sol) se aprecia la mitad de su superficie iluminada y, a medida que se aproxima a la Tierra, se vería iluminada una pequeña fracción del planeta.
En estos días Venus presenta su máximo brillo, con una magnitud de -4,6, veinte veces el brillo de Sirio, la estrella más luminosa del cielo de invierno. No hay posibilidad de que nos confundamos si miramos al oeste en las horas posteriores al atardecer. Si pudiésemos observar Venus, tal y como hizo Galileo, veríamos que se encuentra en la fase creciente, con una pequeña fracción de su cara iluminada. Resulta por tanto paradójico que presente su máximo brillo cuando menos porción tiene iluminada de su superficie.
Os he incluido una animación para que veáis como cambia el aspecto de Venus a lo largo de los meses. Quizá con ella me podáis responder a la pregunta que os planteo: ¿cómo es posible que Venus presenta su máximo brillo cuando presenta menos superficie iluminada? Espero vuestras respuestas.

miércoles, 25 de febrero de 2009

¿Por qué el cometa Lulin es verde?

Tal y como nos temíamos, el cometa Lulin no va a ser fácil de observar. Yo pude verlo en la noche de su máximo acercamiento a la Tierra y se apreciaba muy, pero que muy tenue desde el cielo poco transparente de Granada. No creo que ninguno de vosotros tampoco lo haya observado pues los comentarios que me llegan no hablan en ese sentido. La foto que ilustra esta entrada muestra al cometa, y viendo su aspecto, se podría pensar que debiera de ser visible; sin embargo hay que tener en cuenta que estas fotografías se hacen con mucho tiempo de exposición lo que hace que las placas o los sensores capten mucha luz. Desafortunadamente nuestros ojos no tienen esta capacidad.
Lo que sí he visto en alguno de los comentarios es curiosidad por el color verde del cometa. Este se debe a los gases que componen su atmósfera. Lulin libera cianógeno, por cierto venenoso, y carbono diatómico, dos gases que cuando son iluminados por la luz del Sol muestran este color verde. Esto no exclusivo de los cometas y cada sustancia emite un determinado color cuando se calienta. Probablemente hayáis visto alguna vez a un fontanero calentar un tubo de cobre; quizá os hayáis dado cuenta de que la luz de la llama cambia de color y se vuelve azulada. Pues bien, gracias a esto se puede conocer la composición de las estrellas y otros objetos lejanos, ¿o pensábais que el hombre se había desplazado a esos lugares tan remotos para tomar muestras?
Quizá a alguno de vosotros se le haya ocurrido pensar qué pasaría si esos gases venenosos presentes en las colas de los cometas, que pueden llegar a medir millones de kilómetros, entraran en contacto con la atmósfera terrestre. La respuesta es tranquilizadora: no pasaría nada. En 1910, la Tierra atravesó la cola del cometa Halley, rica también en cianógeno, y no sucedió absolutamente nada. Los gases en la cola de los cometas están muy enrarecidos, en muy baja concentración, y es el hecho de su gran tamaño y la luz que reflejan lo que les hace parecer tan brillantes, no su densidad.

domingo, 22 de febrero de 2009

¿Veremos el cometa Lulin?


Hace unas semanas hablábamos en el blog acerca del cometa Lulin. Es un cometa de un bonito color verde que en estas fechas se aproxima a la Tierra. Al parecer es nuevo, es decir, es la primera vez que se acerca al interior del Sistema Solar y se ha calculado que puede alcanzar una magnitud en torno a 5-6, lo que lo hace fácilmente visible con unos prismáticos e incluso a simple vista desde lugares con cielos muy limpios.
Un cometa nuevo puede tener un comportamiento impredecible y este es uno de los argumentos que se maneja cuando se tiene la esperanza de que aumente su brillo. Sin embargo no creo que sea así. La pasada noche observé el cometa y pude localizarlo con prismáticos entre las constelaciones de Virgo y Leo pero con mucha dificultad; bien es verdad que el cielo de Granada estaba muy poco transparente y esto hacía más difícil su localización. No parece, por ahora, un cometa apropiado para quien quiera iniciarse en la observación astronómica, sobre todo si no se ha visto ningún otro con anterioridad.
Sin embargo, no hemos de perder las esperanzas. El próximo día 24 tendrá su mayor acercamiento a la Tierra, por lo que brillo será máximo. En caso favorable, será fácil localizarlo pues estará justo debajo de Saturno, ahora en la constelación de Leo. Os incluyo un gráfico en el que podéis ver la posición del planeta y del cometa, visibles prácticamente durante toda la noche y antes del amanecer.
Si intentáis localizarlo espero los resultados de vuestras observaciones en los comentarios; si no tenemos suerte siempre podemos encontrar imágenes en Internet. Suerte.

jueves, 12 de febrero de 2009

Charles Darwin, 1809-2009

Hoy, doce de febrero de 2009, hace doscientos años que nacía en Shrewsbury (Inglaterra) Charles Darwin, uno de los científicos que, con su teoría de la evolución, más han influido sobre nuestro mundo actual. El próximo 24 de noviembre se cumplirán ciento cincuenta años de la publicación de su obra cumbre, El Origen de las Especies. Ambos acontecimientos han hecho que este año 2009 se dedique a conmemorar la vida y obra de este genial pensador.
Ya desde pequeño, Darwin mostró un gran interés por la naturaleza y era un gran observador al que le gustaba recolectar especímenes. Al igual que sucedió con otros grandes genios, como Santiago Ramón y Cajal o Albert Einstein, durante su juventud no fue un estudiante brillante. A instancias de su padre comenzó a estudiar Medicina, pero las clases le aburrían y pasó a prepararse para clérigo de la iglesia anglicana, lo que tampoco le entusiasmaba. Paralelamente y a lo largo de esos años su interés por la naturaleza se hacía cada vez mayor y se pudo relacionar con naturalistas importantes que, posteriormente, tendrían una gran influencia en su vida y trabajos.

Su gran oportunidad llegó cuando antes de cumplir los 22 años le propusieron embarcar en el Beagle en un viaje de exploración que le llevaría a dar la vuelta alrededor del mundo y en el que su cometido sería recopilar información sobre las especies animales y vegetales de tierras remotas. El Beagle zarpó del puerto de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y regresó a Falmouth el 2 de octubre de 1836. A lo largo de estos casi cinco años, sus estudios sobre los seres vivos le permitirían elaborar la teoría de la evolución. Sus ideas tardarían más de veinte años en verse publicadas en El Origen de las Especies.

En realidad no era una teoría totalmente nueva; la idea de que los seres vivos podían ir cambiando a lo largo del tiempo ya había sido esbozada antes, pero no había una explicación satisfactoria a esos cambios. Fue Darwin quien, a través de la selección natural, propuso un mecanismo para explicar dichas variaciones. Su teoría proponía que los seres vivos mostraban variaciones en sus caracteres de modo que aquellos mejor adaptados al medio tenían más posibilidades de reproducirse y, por tanto, de transmitirlas a la descendencia. Para Darwin todos los seres vivos estamos emparentados y procedemos de un origen común.

Otro aspecto destacado de las teorías de Darwin hacía referencia al origen del hombre. Del mismo modo que el resto de los seres vivos, el hombre habría surgido a partir de un antepasado común con los grandes monos actuales mediante un proceso de selección natural. Estamos pues estrechamente relacionados con chimpancés, orangutanes o gorilas.

Las ideas de Darwin fueron duramente criticadas en la época y era normal ver en los periódicos caricaturas suyas en las que aparecía con cuerpo de mono. En la actualidad sus teorías están totalmente demostradas y la teoría de la evolución ha llegado a ser, probablemente, la más influyente sobre nuestra sociedad actual. Paradójicamente, y a pesar de los innumerables argumentos y pruebas a su favor, aún sigue habiendo algunos sectores de la sociedad, principalmente religiosos, que la cuestionan.

No será esta la última vez que hablemos de Charles Darwin a lo largo de este año. Espero vuestros comentarios acerca de este gran científico y de la importancia de sus teorías. También os dejo algunas cuestiones relacionadas con él. Me gustaría conocer qué es para vosotros la selección natural y que pongáis algún ejemplo de cómo actúa. Y en otro orden de cosas... ¿cómo creéis que se originó la vida en la Tierra? ¿y el hombre? Espero vuestras respuestas.

lunes, 9 de febrero de 2009

Historias de cometas

Quizá sea éste un buen estreno para este Año Internacional de la Astronomía. Y es que en los próximos días es posible que un cometa de un bonito color verde sea visible a simple vista o con la ayuda de unos prísmáticos antes del amanecer. Se trata del cometa Lulin, y lleva asociada una bonita historia, tal y como cuenta una noticia de la NASA.
En 1996 un niño de siete años observó con su pequeño telescopio un bello cometa, brillante y con una gran cola activa. Pensó que él lo había descubierto y que por ello, como es lo habitual en estos casos, el cometa llevaría su nombre. No fue así; pronto tuvo constancia de que dos astrónomos profesionales, Alan Hale y Thomas Bopp, se habían adelantado a él. Se trataba del cometa Hale-Bopp, uno de los más brillantes observado en las últimas décadas. Sin que por ello se desilusionara, este chico llamado Quanzhi Ye, decidió que algún día encontraría su propio cometa.Y así lo hizo. En julio de 2007, con 19 años, observando una foto tomada desde el observatorio Lulin comprobó que uno de los objetos que aparecían en ella no era una estrella, sino un cometa. Y en esta ocasión sí que fue el primero en verlo. Y este cometa, identificado por primera vez por aquel chico que creyó descubrir el Hale Bopp, se aproxima ahora a la Tierra y podrá ser observado a simple vista o con unos prismáticos sencillos.

No es esta la única historia asociada a un cometa. También se ha contado que un chico japonés cuyo padre había llevado a su familia a la deshonra cuando debido al alcoholismo perdió su negocio, decidió restaurar el honor de aquella identificando un nuevo cometa y poniéndole el nombre de la familia. Kaoru Ikeya descubrió una noche de septiembre de 1965 un nuevo cometa, el Ikeya-Seki, que estaba llamado a ser uno de los más brillantes jamás observado. Y digo antes que se ha contado porque la historia no es real; es uno de esos mitos urbanos que se alejan totalmente de la realidad: ni su padre era alcohólico ni había honor que restituir; Kaoru Ikeya era un chico humilde al que le gustaba observar el cielo y que a lo largo de su vida ha descubierto seis cometas, el último el Ikeya-Zhang que se pudo ver hace unos pocos años.
El cometa Ikeya-Seki llegó a ser el más brillante observado en los últimos siglos, tanto que podía verse a pleno día mirando al cielo y tapando la luz que llegaba el Sol. El cometa Lulin no llegará a ser tan brillante, pero sí que puede representar en este Año de la Astronomía el inicio de una bonita historia personal que cada uno de los que intentéis observarlo recordéis para simpre. En próximas entradas os incluiré información que os ayude a localizarlo.

Y como yo también tengo alguna historia personal relacionada con los cometas, la imagen que ilustra esta entrada es una foto hecha por mi en 1995, desde Valdepeñas de Jaén, del cometa Hyakutake; éste fue un bonito cometa, pequeño en principio, pero que inesperadamente aumentó su brillo hasta llegar a ser visible a simple vista.
Esperemos que esto también suceda con el Lulin.